Cada vez resulta más complicada la administración y gestión de un edificio, ya no solo por el cumplimiento de los requisitos que impone la Ley de la Propiedad Horizontal, o las normativas específicas de los distintos servicios o elementos de la Comunidad. Cada vez son más los requerimientos legales y fiscales y cuyo desconocimiento no exime de su cumplimiento.
Las relaciones de vecindad y convivencia entre los vecinos se pueden ver alteradas, unas veces por la complejidad de las relaciones personales, y otras veces como consecuencia de la gestión de los asuntos de la propia comunidad.
El Administrador de Fincas, al tiempo que da comportamiento a todos los requerimientos y necesidades de la Comunidad, media y evita los roces en la convivencia, al gestionar todos los aspectos de forma independiente y profesional, ejerciendo una importante función de mediador en los posibles conflictos que puedan surgir entre la Comunidad y los propietarios.
COMUNICACIÓN CONSTANTE





